Las bujías de un motor se ubican dentro de la cabeza del motor y el
acceso a estas puede ser por un costado, o por la parte superior, según
el diseño automotriz.
Los cables de bujía van acoplados en la bobina con la función de
transferir la enorme corriente de hasta 10,000 voltios, para transformar
la electricidad de un arco denso de energía que hará estallar la
gasolina, y aún y cuando se localiza en una cámara sellada y llena de
combustible donde una llama común no podría tener combustión por falta
de oxígeno.